¿Cómo debe ser la formación en diseño hoy para preparar al diseñador del mañana?

El rol del diseñador del Mañana

Aunque la tecnología está al alcance de todos, ello no significa que todo el mundo pueda ser o esté preparado para ser diseñador desde un punto de vista global. El escenario en el que el diseño se desarrolla hoy es mucho más complejo que años atrás.

Con el fin de arrojar luz y conocer los retos a los que se enfrenta el diseñador del mañana desde el punto de vista de la formación, hoy hablamos con Tessa Dóniga (Fragmento Universo), Borja Martínez (Lo Siento), Rebeka Arce (Rebeka Arce Studio), Danny Saltaren (Mendesaltaren), docentes en el curso The New Principles of Design (from research to market) de Mr.Marcel School, y con Javier N.Roy (Mr!M), director del curso y de esta escuela de diseño que apuesta por la transversalidad.

La tecnología facilitará y democratizará la técnica, pero no sustituirá al diseñador

En esta línea se sitúa también Borja Martínez, director creativo en LoSiento. «El papel del diseñador en el futuro estará marcado por la evolución tecnológica hombre y ordenador», indica. «La transhumanización hará que se exploren nuevas relaciones y sinergias entre hombre y máquina. El diseñador deberá mantener su voluntad de ser más auténtico, análogo y creativo en sus propuestas, ya que las máquinas también querrán diseñar algún día. Por tanto, es importante querer hacer cosas en el futuro que las máquinas no puedan».

“MENTE CRÍTICA, CREATIVIDAD Y UN PERFIL HÍBRIDO MÁS HUMANO”

«El diseñador del mañana deberá responder como mente creativa, abierta e imaginativa para resolver problemas de comunicación», explica Tessa Dóniga, directora y fotógrafa en Fragmento Universo.

«Tras las ultimas décadas de tecnificación, en un futuro cercano será importante cumplir un rol más humano». El diseñador deberá ser más consciente de «las tendencias sociales, inteligencia artificial, tecnología» y al mismo tiempo «conocer el marco conceptual del que parte para poder percibir, interpretar, comprender y adaptar», afirma. «Un diseñador más enfocado en solventar necesidades ecológicas, en pro de un mundo más concienciado y menos consumista».

Para Rebeka Arce, directora de arte de Rebeka Arce Studio y profesora en el módulo de Diseño Visual en Mr.Marcel School, la formación en diseño pasa por tener presentes las palabras que el maestro Zygmunt Bauman cuenta en sus teorías sobre los tiempos líquidos: «La cultura líquida moderna ya no siente que es una cultura de aprendizaje y acumulación. A cambio, se nos aparece como una cultura del desapego, de la discontinuidad y del olvido».

«En este nuevo paradigma en constante cambio, el diseñador tiene y tendrá la labor de entablar conversaciones entre la tecnología y el ser humano, construyéndose hacia un perfil más híbrido y menos ligado al formato, con el objetivo de solventar problemas, adaptarse y evolucionar en sintonía con la sociedad contemporánea».

Por su parte, Danny Saltaren, diseñador y cofundador de Mendesaltaren, se muestra tajante: «El diseñador es el pegamento de las organizaciones», dice. «Empezamos siendo tácticos y ahora estratégicos. Abrazaremos los datos y herramientas con base tecnológica que sofisticarán nuestros procesos, pero no anularán la intuición basada en los principios de diseño y una formación humanista y cultural».

Atendiendo a este nuevo escenario y pensando en quienes desean enfocar sus pasos profesionales hacia el diseño, la siguiente cuestión es obligatoria: ¿cómo debe ser la formación hoy para preparar al diseñador del mañana?

MÁS MADURA, SÓLIDA Y RESOLUTIVA

La formación de hoy debería ser «más consciente y transversal; que se expanda a diferentes ámbitos creativos dentro y fuera del diseño; que incida en la parte conceptual del diseño y deje en segundo plano los aspectos más técnicos vinculados a los avances tecnológicos», afirma Tessa Dóniga. «Es fundamental que el diseñador conozca la tradición del oficio, las raíces analógicas de todo lo que hacemos, de dónde venimos y comprenderlo desde su raíz más artesana, para aprender a resolver nuevos problemas».

Es imprescindible «dar mayor importancia a las ideas y al concepto subyacente, dejando la técnica en un segundo plano, que sin duda como herramienta vendrá después».

Siguiendo el hilo, Borja Martínez recalca: «Hay que formar con la creatividad como punto de partida; expandir la mente y estar preparado para cualquier reto. Dar a los alumnos oportunidades, herramientas y libertad a la hora de experimentar y crear sus propias ideas».