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«Los Sistemas de Diseño no son una moda más o una tendencia pasajera, sino una evolución inherente a la tecnología.»
Bajo esta premisa, Marta Rodríguez Maceda, Lead Design System en Openbank, nos habla de su evolución y desgrana punto por punto su papel como facilitadores de la coherencia, de los procesos y de la eficiencia en la creación de productos digitales.
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Todo aquel que haya estado relacionado con el diseño, especialmente con el diseño gráfico offline, conoce la importancia de la consistencia en la aplicación de una imagen de marca, incluso habrá tenido en sus manos algún manual que ofrezca pautas a la hora de crear nuevas piezas. De esta manera, la organización se asegura que su marca se represente y comunique de un modo coherente, respetando una línea visual que genere una identificación inmediata con los atributos que desea trasladar.
Esta idea de estandarizar la identidad visual de una marca ya la puso en práctica en 1975 la NASA con su Manual de Identidad Corporativa (“NASA Graphics Standards Manual”), que incluía la aplicación de colores, tipografía y logotipos que los diferentes equipos podían utilizar, así como principios que determinaban cómo usarlos de forma correcta. Podemos considerar estos manuales como los precursores de los Sistemas de Diseño, un concepto familiar para aquellos que se mueven en el mundo del diseño de productos digitales. Los Sistemas de Diseño no son una moda más o una tendencia pasajera, sino una evolución inherente a la tecnología. Si retrocedemos en el tiempo a los inicios de Internet, veremos que la respuesta generada por un servidor al recibir una solicitud de un dispositivo se presentaba como una unidad de información llamada «página». Esta página contenía bloques de instrucciones para que el dispositivo ensamblara la página de manera adecuada. La evolución de la tecnología ha transformado Internet en algo modular. Las páginas estáticas iniciales, donde el contenido se diseñaba en bloques del mismo modo que sucedía en el diseño editorial, han dado paso a un entorno dinámico que se actualiza constantemente, nutriéndose de nuevas posibilidades.
¿Pero cuál fue el punto de inflexión que hizo que Internet pasase de ser un entorno estático, a uno dinámico? Al comienzo de los años 2000, la aparición de dispositivos multiplataforma —con diversas dimensiones y resoluciones— marcó el comienzo de lo que Brad Frost llamó «Diseño Atómico» («Atomic Design»), un nuevo ecosistema que permitía construir experiencias digitales que iban más allá del concepto estático de página. Es en este momento cuando surge el concepto de Sistema de Diseño, desvinculándose por completo de los medios tradicionales estáticos, como libros o páginas web.
Existen en la red multitud de definiciones, personalmente quiero hacer referencia a dos de los grandes conocedores de la materia:
“Un Design System ofrece una biblioteca de estilo visual, componentes y otras cuestiones documentadas y publicadas por un individuo, equipo o comunidad como herramientas de código y diseño, para que la adopción de los productos pueda ser más eficiente y coherente” — Nathan Curtis, cofundador de EightShapes.
“Un Design System es la historia oficial de cómo tu organización diseña y construye productos digitales.” — Brad Frost, diseñador web, consultor y escritor.
Y es que un Sistema de Diseño es un concepto mucho más complejo de lo que eran los antiguos manuales de marca:
Por ello, es clave que la organización lo trate como un Producto que sirve a otros productos, y no como un proyecto con una fecha de finalización. De este modo, como cualquier otro producto, tiene sus propios usuarios –no solo los diseñadores– sirviendo a múltiples miembros de la organización, desde Negocio, Producto o Desarrollo. Por lo tanto, debe satisfacer las necesidades de estos usuarios, aportando valor a lo largo del tiempo y evolucionado de la mano de la propia organización.
Así, al abrazar esta metodología y comprender su potencial, las empresas pueden forjar un camino hacia el éxito en el panorama digital.
Podemos decir que los Sistemas de Diseño han llegado para quedarse y cada vez son más las organizaciones que aprecian el valor que aportan y vuelcan sus esfuerzos en construir uno propio. Sin embargo, como contra partida, algunos actores no consiguen ver su utilidad y surgen miedos en torno a su implementación, como…
Ante estas reticencias, y si hacemos un análisis en profundidad, son muchos más los beneficios que aporta un Sistema de Diseño a los equipos, como por ejemplo:
A medida que la tecnología avanza y las demandas de los usuarios evolucionan, los Sistemas de Diseño están destinados a seguir siendo una pieza fundamental en el mundo del diseño y el desarrollo digital. Su papel como facilitadores de la coherencia, de los procesos y de la eficiencia en la creación de productos digitales será fundamental en un mundo que evoluciona de forma vertiginosa.
Marta es madrileña de nacimiento y licenciada en Periodismo. Ha tenido la suerte de conocer el mundo de la prensa desde dentro como diseñadora gráfica trabajando en diferentes diarios nacionales como El Mundo, 20 Minutos y Público hasta que en 2012 se metió más de lleno en el mundo digital. En la UNED hizo un máster de desarrollo web y aplicaciones, y empezó a interesarse por el mundo de la experiencia de usuario. Es en ese momento en el que comienza a trabajar en consultoría haciendo productos digitales para marcas como Mahou, Seat o Caixa. Al trabajar en diferentes productos digitales de grandes marcas es dónde vió la importancia de tener un buen Sistema de Diseño.
Actualmente, es la responsable del equipo de Sistema de Diseño de Openbank, donde sigue aprendiendo cada día junto con sus compañeros a cómo dar forma a un Sistema de Diseño que dé soporte a todas las necesidades de sus usuarios que son perfiles muy diversos, diseñadores, desarrolladores, gente de negocio… dentro de un producto que crece a una velocidad vertiginosa.
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